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Hay oferta de antifaces con aumento, para los cobardes, miopes de vida.
Frente los canastos de rebaja revuelven violentamente, agolpándose, empujándose, desesperados por esconderse.
Tiran cada uno de una manga de las misma armadura plateada.
Buscan aislarse, de las miradas que ven .
Pero tarde o temprano son descubiertos.
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1 comentario:
yo solía buscar máscaras tras las que ocultarme.
las miradas de los otros a veces nos asaltan violentamente...
después entendí que la mirada propia también tiene un valor que generalmente, se perdía tras el antifaz
y hay tantas cosas
que aunque duelan
merecen la pena ser vistas
con los ojos desnudos
invictos.
te mando un beso que resbale y vuele por los firuletes de la escalera.
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